El otro día se quemaba una parte de la ciudad. Una parte pequeña, verde y habitada. Lo vi desde la ventana y me pareció que todo aquello estaba ocurriendo muy cerca. Cerca de mí, de la seguridad de mi casa. Y pensé: "Pues que venga hasta aquí, que se acerque este fuego, que abrase las plantas que no quieren crecer y los gusanos que viven debajo de las macetas; que devore la bicicleta de las ruedas deshinchadas, los regalos que me decepcionaron y los libros que no me leeré nunca; que acabe con el polvo que hay encima de los armarios y con la ropa que ya no me pongo, que agote de una vez los calendarios, la pastilla de jabón y los macarrones que sobraron de la cena; que se lleve los dilemas, las ventanas que no cierran bien y los yogures caducados."
Y no ocurrió nada. Claro, ¿qué coño iba a ocurrir?
4 comentarios:
Shiva Nataraja es un dios hindú.
Dios de la creación y paradójicamente también de la destrucción, todos a nuestra manera deseamos ser un poco Shiva y acabar con toda esta historia creada por nosotros mismos.
El desempeña constantemente 5 actividades cósmicas, creación, preservación, aniquilación, abstracción y bendición. No es muy distinto de nuestras tareas diarias verdad?
El otro día creé o escribí un texto desde la ira. Quizá quise preservar mi capacidad de indignarme, de aniquilar (a menudo las reprimo). Luego, con ayuda de Mo, hice un ejercicio de abstracción, identifiqué la templanza con la salud y la bendije.
Rosana me ha hecho reflexionar mucho estos días. Estoy tan familiarizada con mis contradicciones, que a menudo no las observo detenidamente, o me acostumbro a que me tilden de neurótica por ellas. No me extenderé contando todo lo que he pensado (en otra entrada, tal vez). Pero es de justicia que le agradezca mucho a R su aportación: a partir de ahora, el que se atreva a acusarme de contradictoria, tendrá que rectificar y entender que me limito a "desempeñar mis actividades cósmicas". ;-)
Spc, ¿qué puedo decir? Parece que no nos cansamos de crecer juntos. Y nunca he sentido deseos de aniquilar ninguna de las cosas que componen nuestro extraño mundo. Rebufo.
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